Esta expresión muy castiza describe bastante bien lo que siento después del partido, cuando parecía que remando, remando la cosa navegaba; otra vez a partir de cero y con la espada de Damocles encima de la cabeza de nuestra selección de baloncesto.
Primero pedir disculpas a los seguidores del Blog ya que prometí una entrada para describir el grupo y a veces no hay tiempo para sentarse a escribir algo que por lo menos tenga cierto sentido.
En resumen yo diría que lo que ha pasado hoy era muy posible, vamos entraba dentro de todas las quinielas que se podían hacer. El resto del grupo, a mi me parece que vamos a ganar fácil a Polonia y Lituania, Lituania, que hacemos con Lituania. Si no pasa nada raro va a ser un partido completamente igualado.
Antes de pasar a comentar lo que he visto en la pista voy a comentar lo que he visto fuera de ella. Es algo que me preocupa, y mucho, porque en un grupo que es una piña este tipo de derrotas endurece el grupo, pero cuando no es una piña, porque no lo es, aparecen rumores, y al final los rumores se confirman por medio de algún integrante con la boca demasiado grande, que en un calentón y muchas veces unido a la juventud lanza al exterior parte de la mierda que está inundando el vestuario. Lo que hemos podido escuchar de la boca de Marc, más allá de diferencias de criterios en la última jugada, es una falta de respeto a su entrenador y a Llull.
1º El entrenador está para decidir.
2º El jugador está para plasmar las decisiones del entrenador en el campo, sean las que sean.
3º Cualquier jugador, llegue en la fecha que llegue al grupo merece el mismo respeto que cualquiera.
Y 4º para quejarse por lo menos hay que hacerlo con clase, ya que llamar “chico” a Sergio Llull, no me merece ningún calificativo hacia Marc, sobre todo por no caer en el mismo fallo.
Ahora ya vamos a hablar del partido.
El partido ni mucho menos era fácil. El equipo turco es un equipo que con un poco de aquí un poco de allá y todo bien apañadito de la mano del experimentado Bogdan Tanjevic puede ser tranquilamente el campeón de este europeo. Se trata de un equipo en el que hay juventud, experiencia, jugadores altos con mucho futuro y sobre todo que este equipo está en su momento.
Comienzo de partido muy bueno hasta minuto 12:30, auque eso si con inferioridad al poste bajo. Ahí primera empanada que nos lleva a anotar siete puntos hasta el final del primer tiempo.
Uno de los datos que he estado viendo en todos los partidos, y siempre me quejo de las segundas opciones es que España acaba con más rebotes que sus rivales, pero hay que decir que estadísticamente un rebote es igual que otro pero no es así.
A partir de ese momento 12:30 de la primera parte y casi hasta el final partido ha funcionado a rachas de unos y de otros.
El partido se pudo decidir hacia cualquier lado. Sólo los fallos en tiros que hubiesen permitido ponerse por delante al conjunto español habrían cambiado la historia.
Antes de hablar de generalidades hablemos de esa jugada final. Primero decir que no soy ni mucho menos seguidor de Scariolo, pero voy a defender lo que hizo. Es arriesgado, si, había tiempo para más opciones, también, pero al final quién no arriesga no gana. Llull era un jugador a no tener en cuenta y así se vió; llego hasta la cocina, tiene suficiente potencia, y lo ha demostrado más veces y sobre todo en Euroliga para meterla para abajo. Y objetivamente fue falta, no tapón.
Con todo esto este equipo sigue falto de dirección, lo que lleva a un exceso de pérdidas de balón y una ridícula aportación anotadora desde el puesto de 1. Seguimos con un problema de tiro exterior que no se va a solucionar en este torneo. Las segundas opciones de tiro nos cuestan muchos puntos.
Esperemos que lleguemos a algún puerto y que sea bueno.