Te quiero abuela

No suelo usar este blog como un espacio personal, pero hoy me lo pide el cuerpo, pues ha sido un día demasiado duro.
Pero hoy he perdido a mi abuela y no tengo ni fuerzas ni animos para escribir...al menos hasta el domingo que tengo algo programado y el lunes espero volver con fuerzas, si quiero dejar como homenaje algo que escribi sabiendo que se iba mi abuela.. y lo comparto con vosotros para que sepais como me siento.
Hay gente que pasa por tu vida, gente que te enseña y gente que por vínculos familiares siempre estará ligada a ti.
Soy afortunado en este sentido, pues porque gracias en particular a ti abuela, he aprendido más cosas de la vida de las que puedo encontrar en un libro.
Cosas como el mirar siempre con la cabeza alta, el don de la paciencia que tú siempre mostraste, y que proyectabas en tu manera de luchar, de haber llevado una vida que para nada fue fácil. Tú me enseñaste lo que es la palabra amar, amar a mis padres, a mis tíos y a toda la familia que me rodea, la que tú creaste junto al abuelo.
A la que siempre ante cualquier mal entendido llamabas a la unidad, y en la que solo saliendo de tu boca un simple calla la boca o no digas nada cerrabas cualquier atisbo de polémica, porque tu sabiduría aunque de niño no la entendiésemos con el paso de los años uno comprende que si uno no quiere nunca hay conflictos.
Cuanto he crecido a tu lado, recuerdo esos madrugones que me metías, para que sujetando mis libros me preguntases la lección, que yo decía de carrerilla, y aunque no leyeses lo que decía me dabas la fuerza interior suficiente para afrontar el día y saber que ese examen aprobado no solo salía de mi sino de tu ayuda.
Cuanto te quiero abuela, como he disfrutado del campo contigo, esas visitas al molino del pueblo donde las mazorcas se convertían en pienso para esas gallinas que tú cuidabas para que nunca nos faltase de nada.
Cuantos recuerdos embriagan mí mente hoy, que pienso en ti cada minuto y en que te vas, que te vas de mi lado, que solo me quedaran tus recuerdos para no perderte nunca.
Sé que nunca será tan bueno como tú, tan luchador o tan tranquilo pero tú has puesto unos cimientos en mi vida que me están ayudando mucho a construir una casa muy solida.
No quiero que llegue el día en que te vayas, pero cuando llegue siempre te tendré presente y para mi tu inmortalidad estará en mi alma.