Hoy en estrellas fugaces: Un filosofo de el Futbol Juanma Lillo

En esta sección siempre he analizado a grandes futbolistas que resurgen, que lo fueron todo y han intentado volver a la elite.
Pues hoy salto ese tópico y quiero ir un poco más lejos, los entrenadores son parte importante del futbol y hoy quiero homenajear en mi humilde blog a un entrenador que tiene historia que después de años es hoy cuando parece que su trabajo más se valora, hoy analizare a Juanma Lillo.
Nacido en Tolosa hace 44 años, con tan solo 16 añitos ya empezó a entrenar, y es el entrenador más joven en sacarse el título nacional de entrenador.
Con 20 años dirigió al Tolosa en 3ª división. Del Tolosa paso al Mirandés donde en la 88-89 sube al equipo a la 2ªB, otra etapa en el equipo mirandés durante la 90-91, hace que la Cultural Leonesa se fije en él.
En su año en León impuso el esquema del 4-2-3-1, esquema al que se le atribuye su invención.
Lillo salto a la fama en su etapa en el Salamanca, con tan solo 26 años, Hidalgo presidente del club morado, en su primer año en el club charro, Juanma monto un equipo sólido que quedo 2º en su grupo, viendo truncado su ascenso ante el Hércules de Alicante.
Pero las mieles del éxito no tardan en llegar el año siguiente Lillo gana la liga de su grupo, y en la liguilla de ascenso se las ve con Levante, las palmas y Barakaldo.
Logra el ascenso con un equipo en el que entre otros militaban Olabe,Vellisca,Torrecilla,Barbaray Sito. Tras esta hazaña ya se rumorea que el Valladolid quiere ficharlo.
En la 94-95, con la misma base de equipo y muy pocos fichajes, eso si el de Ismael Urzaiz fue clave logra un ascenso épico, solo un año solamente para llegar a 1ª en solo un año. Eso sí, tras quedar 4º en liga y jugarse una vuelta en Albacete, tras caer 0-2 en la ida, ese día logra forzar la prórroga y acaba goleando por 0-5 al Albacete. Esa promoción hace que Lillo sea el técnico más joven en debutar en la máxima categoría.
Pero la primera no es un camino de rosas, aunque el juego no es malo el salamanca no carbura y tras 28 jornadas es destituido de su cargo, pasa de ser un entrenador admirado a ser en parte defenestrado.
En la 96-97 ficha por el Oviedo, pero no acaba el año, en el puesto 17º y a tres puntos de la promoción es destituido a falta de 8 jornadas, en esta etapa tiene un acercamiento a Guardiola, donde tras un enfrentamiento se acerca al tolesarra y le expresa su admiración.
Tras la aventura asturiana, Lillo se pasa medio año sin equipo hasta que llega el Tenerife, en la isla cumple el difícil objetivo de salvar al equipo, los chicharreros lo comparan con Valdano.
Aunque el año siguiente ni como el turrón deja al Tenerife en descenso y tinerfeños acaban bajando.
Año y medio sin entrenar ningún equipo, en el 2000 llega al Zaragoza, el club maño cae en Uefa a las primeras de cambio y solo aguanta 4 jornadas en liga. Este paso por el club maño hace que el prestigio de Lillo se desvanezca y este un periodo de 3 años sin entrenar.
En el 2003, salta a la noticia pues en plena campaña electoral por la presidencia del Barcelona, Lluis Bassat lo elige para que sea su entrenador y junto a un Guardiola como director deportivo formar un Barcelona ganador. El sueño de Lillo se desvanece tras la derrota electoral.
Es momento de balance y de volver a los banquillos, el club elegido es el Ciudad de Murcia en la segunda división.
Pero la estrella de Lillo se funde, es destituido por discrepancias con la directiva a pesar del buen juego del equipo los resultados no llegaban, un año después ficha por otro club de segunda el Terrasa, pero más de lo mismo su destitución se produce en abril de 2005.
Lillo toma una decisión que a todos sorprende, decide emigrar a Mexico a los Dorados de sinaola un club que luchaba por no descender, Lillo mejora los registros pero nada puede hacer eso si en mexico entrena a Guardiola y une más si cabe lazos con el catalán.
Una pausa de dos años alejado de los terrenos de juego hace que en el 2008, ficha por el equipo más grande de su tierra la Real Sociedad a falta de 11 jornadas la coge 4ª y solo pierde un partido, llegando a la última jornada con opciones, pero no logra el ascenso.
Renueva un año y en la 08-09 queda 6º, eso si la Real hereda del técnico un orden ofensivo y unos valores que perduran y que servirán en manera posible para que este año asciendan los donostierras.
Este año el Almería lo ha elegido, para suceder a Hugo Sánchez y la verdad que los resultados están llegando muchos años sin ver la primera, pero Lillo es más maduro, más entrenador menos pragmático y más efectivo. Sin duda un gran entrenador y con una gran historia de lucha y superación. Animo Lillo y que sigas siendo tan grande que el Almería crezca a tu amparo y que el futbol haga justicia con tu persona.